jueves, 10 de marzo de 2011

Cadáver exquisito

Después de revisar algunos temas sobre la sonoridad, vimos cómo la creación de poesía sigue ciertas reglas de composición como lo son las rimas, el ritmo, la métrica, las aliteraciones... pero ¿estás reglas se ocupan siempre?
Los poetas surrealistas en la segunda década del siglo pasado nos mostraron que no. Ellos propusieron nuevas herramientas para la creación de poemas: el azar, la creatividad, la espontaneidad, la creación colectiva. Con estas ideas crearon la técnica del "Cadáver exqusito".

Al parecer el nombre de este método para hacer poesía surgió del primer cadáver jugado por ellos que empezaba: "El cadáver exquisito beberá vino joven...".A partir de esta primera frase los demás escribían una oración espontánea que comenzaba con la última palabra del verso anterior. Max Ernst denominó al cadáver exquisito como una especie de "contagio mental".
Propongo que entre todos escribamos un CiberCadáver exquisito. Sigamos las indicaciones de André Bretón (poeta surrealista): "Escribir rápidamente, sin tema preconcebido, lo bastante rápido para no sentir la tentación de releeros…la frase vendrá por sí sola, sólo pide que se la deje exteriorizarse".
 
La idea es que escriban un verso al azar, lo primero que se les ocurra tomando como referencia la primera letra del verso anterior que publicó su compañero. Las únicas reglas aquí son:
1. NO se vale escribir groserías.
2. NO escribir sobre sus compañeros.
El primer verso de este cadáver exquisito lo pongo yo, y sería:
"En el ruido de la noche sólo se escuchaba el eco de las tinieblas".
¡A crear!